Un regalo que no tiene precio
Era el cumpleaños de mi madre, uno muy señalado y para celebrarlo nos invito a toda la familia de viaje a La Toscana.
Además de hacerle un regalo tradicional queríamos tener un detalle más especial hacia ella, algo de lo que siempre se acuerde con una sonrisa y que lo identifique con ese momento,
Le dimos muchas vueltas y nada nos convencía del todo hasta que se nos ocurrió y por que no le regalamos una canción? Pero no una canción cualquiera, una que sea sólo para ella y con la que le salga una lagrimita de la ilusión.
No sabíamos cómo llevar a cabo esta idea y entonces encontramos «te compongo tu canción».
Hablamos con ellos y les pedimos algo único para nuestra madre que fuese emotivo pero también gracioso y les mandamos las típicas gracias familiares y les contamos nuestra historia.
El resultado fue una pasada y ahora sólo quedaba elegir el momento adecuado para entregárselo a nuestra madre. Esperamos a la última noche, cerramos un sitio privado para que pudiésemos «cantar» a nuestro antojo y no le dijimos nada. La verdad es que se olía algo pero no tenía ni idea de que porque ya se acababa el viaje y parecía que todo el pescado estaba vendido… De repente en mitad de la cena sacamos la letra de la canción y la pusimos de fondo…. Mi madre se quedó de piedra y muerta de risa. Luego nos lanzamos y nos pusimos a cantar con algún que otro desafino pero lo importante es que mi madre se emocionó y fue un momento único….
Se lo recomiendo a todo el mundo, es algo que no tiene precio!